domingo, 19 de diciembre de 2010

VILLA SOLDATI: URGENCIAS QUE RESOLVER Y UNA OPORTUNIDAD PARA REFLEXIONAR

VILLA SOLDATI: URGENCIAS QUE RESOLVER Y UNA OPORTUNIDAD PARA REFLEXIONAR

(Por Florencia Retamoso – Concejal del Partido GEN – Almirante Brown)

Los hechos registrados en el Parque Indoamericano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires preocupan profundamente por sí mismos y también por el efecto dominó que, con el correr de los días, se va generando.

Como si fuera una mancha de aceite en el agua, el fenómeno de “las tomas” se está extendiendo de manera alarmante y sería importante saber si, con semejantes antecedentes tan cercanos tanto en la distancia como en el dolor, el municipio de Almirante Brown ha tomado algún tipo de recaudo.

No vaya a ser que tengamos que ser testigos mudos, inactivos y paralizados en caso que la ola expansiva nos llegue a tocar. Todos sabemos que existe un tremendo déficit en materia habitacional en nuestro distrito y que cada vez hay más gente que vive hacinada o directamente sin techo.

Encontrar una solución a este problema es un desafío político estructural: no es cosa de un solo partido; es cosa de todos. Y como concejal de la oposición me hago cargo. Desde el Partido GEN estamos dispuestos a colaborar siempre y cuando se reconozca la existencia del problema, se decida abordarlo seriamente y se nos convoque de manera formal.

Lo que ha estado sucediendo –y estalló en Villa Soldati– es el resultado de la conjunción de varios factores. Pero los más importantes son los siguientes: la existencia de un agudo problema social de base que se ha vuelto crónico (me refiero a la falta de viviendas); la ausencia de políticas de Estado desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para paliar este déficit y prever acontecimientos (me refiero concretamente al abandono estatal al que están sometidos tanto los espacios públicos como las personas más necesitadas); y un gobierno nacional que interviene reprimiendo y luego esconde la mano; todo esto rehuyendo de su responsabilidad y pretendiendo esconder sus propias falencias en lo social, en materia de seguridad y de política habitacional, echándole la culpa al Gobierno metropolitano.

Lo peor que se puede hacer es seguir jugando al Gran Bonete mientras el conflicto se expande. Hay que encontrar una solución –que debe ser política– de cara a la gente. No hay que echarse la culpa unos a otros circularmente: todos deben contribuir a la pacificación, y al desarrollo urbano justo y ordenado que los argentinos se merecen.

Quizá sea esta una gran oportunidad para deponer actitudes mezquinas y pensar en grande. Aquí tenemos que enfrentar un problema de extrema injusticia social que un gobierno –que se dice peronista­– no debería tolerar. Por eso, creo que estas cuestiones no se resuelven discutiendo a través de los medios de comunicación sino conformando un comité de crisis abocado a encontrar soluciones. Mientras el gobierno de la Ciudad y el de la Nación sigan enfrentados por estupideces, pierden ambos y pierde la gente.

Por eso, me permito llamar a la cordura y a extremar, en Almirante Brown, nuestra capacidad de previsión. Ciertamente, no todos los concejales pertenecemos a la misma fuerza política. Pero esa es, justamente, la escencia de la democracia: proponerse construir a partir del reconocimiento de las diferencias. Seguramente todos tendremos algo que aportar y lo haremos con la mejor buena fe. Cuando se trata de atender los problemas graves que tiene la gente, no podemos estar separados. Y menos aún hacer cálculos políticos mezquinos.

Nadie en su sano juicio puede desear más muertos, más ocupaciones y más quiebre de la legalidad desde el propio poder, desde la cima del Estado. Lamentablemente, los argentinos ya sabemos cómo termina eso.

Seamos solidarios, inteligentes y previsores. Seamos capaces de dar una respuesta de Estado a un verdadero problema de Estado. Después no nos quejemos si de tanto ver crecer el río, nos damos cuenta que un día nos tapó.